martes, 12 de julio de 2011

Las premisas de Nielsen o Lost in translation

Usabilidad, sus retos

Usabilidad es un término controversial que merece la pena ser aclarado antes de ninguna otra cosa. Para la lengua castellana usabilidad significa la capacidad de uso, la característica que distingue a los objetos diseñados para su utilización de los que no lo están (ni lo busquen en la RAE, no está); en inglés, lengua en la que fue acuñada para los temas que nos ocupan, implica matices más finos: la facilidad o al nivel de uso de algo, en otras palabras hasta qué punto el diseño de un objeto facilita o dificulta su manipulación. Un matiz nada baladí. Bien, pues este atributo que el diseño resta o suma a una información ES la diferencia entre el éxito o el fracaso de un discurso que pretende llegar a un usuario. En la red todo es comunicación, todo es un intercambio y un flujo constante de interacciones.

La red es un gran, enorme, y casi inasible cúmulo de sistemas de comunicación. Pensemos en el famoso circuito de la comunicación oral y escrita de la primaria, aquel de emisor, mensaje, receptor (la triada elemental) que planteara Jakobson, el famoso teórico ruso; bueno, ya desde Jakobson (por ahí de los años 1910-1920) ese circuito implicaba más que la triada famosa, implicaba al canal, al ruido y a otros factores en su engranaje. No pierdan esa imagen, y añadan ahora la complejidad de más de un mensaje comunicándose  con un receptor, que también es emisor y no alternadamente sino paralelamente. Bien, sigan manteniendo esa imagen que se vuelve compleja, ahora pensemos en el canal, es decir, el medio a través de cuál el mensaje se transmite, claro, la red, dirán los precipitados, ¿y el diseño? ¿Es el diseño el canal? “No”, dirán unos, “¿o sí?”, preguntarán otros. Pues bien, ahí está la complejidad: la respuesta es un “sí y no”, un “sí pero no”, o un “no, pero sí”. Lo que quiero decir con esto de traer a cuento lo del circuito del habla es que así como este circuito ha cobrado dimensiones también se ha sofisticado el engranaje de su funcionamiento.

El diseño que repercute en la usabilidad de una página web o de cualquier objeto en el ciberespacio es de alguna manera el canal, pero insisto en que solo “de alguna manera” porque no es que sea el canal en sí mismo, sino todavía de forma más compleja, un determinante del canal, un atributo que compite en atención con muchos otros atributos de muchos otros objetos en el canal de la comunicación con un usuario. El usuario mientras tanto, es decir, nuestro receptor/emisor (así, dual) está en un constante ejercicio de discriminación de información para adquirir información. 


El reto de la usabilidad para Nielsen es justamente ese, mantener la atención de un usuario, por lo que dicho atributo debe dotar al objeto de una ventaja frente a otros, es como poder situar una voz clara, elocuente, diáfana, y fuerte por encima del ruido. Si un objeto carece de tal atributo pese a su pertinencia, relevancia e incluso alto diseño, fracasará rotundamente en el canal de la comunicación.



Diseño de contenido

De vuelta con la invocación a Jakobson, el contenido es el mensaje en nuestro harto conocido circuito de la comunicación, pero la diferencia es su estructura, su intención. Me parece tan interesante que en este sentido el mensaje se vuelva también “canal”, porque sin estructura, sin diseño y aun contando con un buen canal, el mensaje fracasaría.



No sé si los voy a liar más, pero mi metáfora favorita para explicarme a mí misma el diseño de contenido y la usabilidad lo encuentro en el cine, en la película 2046 de Wong Kar Wai. En ella, un viajero en tren que viaja hacia el año 2046 (como se lee) es acompañado por un androide que encarna a la mujer objeto de su pasión. Wong Kar Wai, hace algo realmente brillante, se aleja del arquetipo de androide que representa la decadencia, la mortalidad al estilo Blade Runner y crea un robot que “responde” a las neceidades psicológicas y emocionales del viajero en cuestión: esa es su función. Sus reacciones no son diseñadas para que “actúe de tal o cual forma”, sino muuucho más allá, para que reaccione a las “necesidades” del viajero. Y eso es el diseño de la información y la usabilidad, el diseño de un mensaje que responda a las necesidades de un usuario, o eso opino yo al menos. Me encantaría conocer lo qué opinaría Jakobson hoy.

5 comentarios:

  1. Pequeño error de personalida!! es Jakob Nielsen no jacobson! este puede ser el hijo de Jacob

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  2. jajaj me gusto lo de personalidaaa! o de indentidaaa?

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  3. Me gusta la relación que haces del uso de la tecnología, con la usabilidad y desgraciadamente no he visto la peícula que mencionas de 2046. Que aun así hay más que explotar del la usabilidad y sus pruebas y como se los mencione en clase esto se puede llevar a todos los niveles, porque entre más piense uno en su usuario, lector o mercado meta, los productos y servicios que se generen desde este nuevo planteamiento tendrán un mayor enfoque, mayor presencia y mejor aceptación y gusto por el.

    Pero bueno de usabilidad podemos seguir platicando y citando ejemplos por un largo rato.

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  4. Jajaja, nooo, estoy trayendo a cuento a Roman Jakobson, el teórico ruso, jejeje, quizás Jakob Nielsen fue una reencarnación suya, ¡podría ser!

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